Cuando se habla de alimentación saludable existen numerosas recomendaciones y métodos que tratan de dar con la mejor selección de alimentos para conseguir aprovechar al máximo los nutrientes y bondades de los alimentos.
“El Plato para comer Saludable”, también conocido como “Plato Harvard” es una guía para comer de manera saludable y equilibrada desarrollada por expertos en nutrición de la Escuela de Salud Pública de Harvard y sirve como representación gráfica y sencilla de cómo deberíamos repartir los componentes de un plato para mantener una alimentación correcta.
En este método no se habla de cantidades, porciones, gramos ni frecuencias de consumo, sino que, de manera sencilla, se representa de qué debería estar compuesto cada plato:
• 50% hortalizas
• 25% alimentos ricos en hidratos de carbono complejos (cereales o tubérculos)
• 25% proteína (priorizando legumbres, pescado y aves)
La mitad del plato debería estar compuesto por hortalizas, vegetales y frutas. Recomendablemente, se debe ir variando de tipo y optar por un consumo en crudo o con cocciones saludables como horno, vapor o plancha y debemos buscar frutas y verduras de temporada, para poder aprovechar al máximo su sabor y propiedades. Hay que tener en cuenta, además, que la patata o el boniato no entran dentro de esta categoría.
Un cuarto de plato, estaría destinado a los hidratos de carbono complejos, donde deberemos introducir granos integrales como pan o pasta integral, o tubérculos como la patata y el boniato.
El cuarto restante, se corresponde con la proteína. Debemos intentar prescindir de las carnes rojas y priorizar pescados, legumbres y carne de ave, como pollo o pavo. Una buena manera de introducir proteína en nuestro plato es utilizar Wovo para la cocina, así introducimos proteína de clara de huevo de la mejor calidad. Gracias a su versatilidad, además de ser una alternativa saludable a la leche, sin gluten y sin lactosa, los productos Wovo se pueden usar en numerosas preparaciones para poder lograr ese extra de proteína, indispensable para un plato completo según estas recomendaciones.
De esta forma, se traduce la necesidad de nutrientes que tenemos las personas en recomendaciones de alimentos que añadir a cada receta, de manera que se entiende claramente cómo debería estar compuesto un plato para una persona con unas necesidades nutricionales estándar.
El Plato Harvard no es una dieta, si no una forma de comer saludable y en casos específicos, es recomendable consultar con nutricionistas para saber si se adapta a ciertas necesidades concretas. Además, no está pensado para seguir a rajatabla, sino como una serie de indicaciones sencillas, claras y genéricas sobre cómo organizar un plato para aprovechar al máximo los nutrientes de los alimentos.